Todo comenzó en la noche del 28 de septiembre, la noche del veinteavo aniversario de mis queridos padres, para mis padres era muy importante cada vez que cumplían aniversarios, reservaron una mesa en nuestro restaurante de comida mexicana favorita, esa noche estaba la luna llena, especial para esa ocasión tan importante, estaba arreglando mi vestido, cuando de repente sonó mi celular, era mi madre muerta en llanto, su voz era temblorosa, apenas y podía decir ciertas palabras, tu padre grito mi madre exaltada, corrí lo más rápido que pude al  Baltimore, hospital donde se encontraba mi padre, al llegar mi madre desolada, sin ganas ya de vivir, al saber que mi padre había fallecido por paro cardíaco, mi padre sufría del corazón, llena de nostalgia, sufrí porque con mi padre no tenía la mejor relación, ya que él no aceptaba que su hija se fuera casado muy joven.

Con dolor y mucha tristeza le dimos sepelio a mi padre, mi madre no hablo durante todo el receso, era callada, sola con su llanto, con mucha nostalgia recordamos grandes y pequeñas anécdotas de la vida con mi padre, aquel hombre fuerte y maravilloso que daba la vida por sus hijos, que nunca dejo de luchar por él y por mi madre.

Al otro en la mañana corrí a ver a mi madre quería su amor su compresión, al llegar a su cuarto no estaba, la cama estaba intacta como si fuera dormido ahí, rápidamente llame a mi hermano, la buscamos por toda la casa y no la encontramos, mi madre había desaparecido.

Desesperada llame a la delegación pero tenían que pasar 48 horas para poder darla por perdida, mi hermano pensaba y pensaba en donde podría estar, cuando de repente dio un pequeño salto, agarró mi brazo y encendió el auto salió como loco, no sabía a dónde íbamos, llegamos al cementerio en donde el día anterior habíamos enterrado a mi padre, mi madre se encontraba allí acostada cerca de la tumba de papa, con mucho frio, se encontraba muy mal, al pasar los días mi madre seguía tan deprimida por la muerte de mi padre entro en una tan depresión la cual la llevo a la muerte.

Al pasar los días me sentía muy culpable ya que mi padre al morir estaba muy decepcionado por los errores que según él había cometido cuando joven, víctor lo conocí aproximadamente 10 años, cuando ambos teníamos 16 años nos enamoramos, sus ojos cafés me cautivaron al instante, por desgracia mi padre era muy estricto y no quería que yo tuviera novios, era un hombre muy posesivo y celoso.

No lo gustaba compartir ni a mi madre ni a mí con nadie, eso lo llevo a cometer muchos errores al conocer a víctor, se ganó muchos problemas sin ninguna razón.

Me sentí muy culpable durante unos 5 meses en los cuales me aleje mucho de víctor ya no era lo mismo de siempre, llegaba tarde, ya no era cariñoso algo estaba pasando, la noche del jueves necesitaba hablar con él para saber que estaba pasando. ¿Cómo debería llamarle a lo nuestro? ¿un error? ¿lo mejor que me paso?, es una forma de ambas cosas, fuiste lo mejor que me había pasado, fuiste la única persona que me hacía sentir bien en medio de esta tristeza, el único que sentía como mi ayuda en los momentos difíciles, al abrir los ojos de nuevo, el olor de tu perfume había cambiado.

Lo siento, me aburrí de ti

Qué?

Esas fueron las única palabras que me dijo sin ninguna explicación

Esa noche tome sus cosas y se marchó, esa misma madrugada me desperté llorando, tenía los ojos muy hinchados y la cabeza me dolía demasiado, ¿porque realmente me estaba pasando esto? ¿acaso lo estaba soñando?.

Sin embargo sabía que durante varios meces lo había dejado solo no lo atendía como siempre, tampoco era cariñosa con él, solo intenté en medio de todo mi dolor controlarme y afrontar la realidad que venía, decide volver a mi trabajo de maestra en el Columbus y aprender de todas las cosas que han ocurrido que son parte de la vida y que si ocurren son porque así debió o debía pasar. Al llegar la noche me sentía muy sola y me sentí en el borde mi cama a pensar en todo lo que había pasado, que el hecho de que las cosas se habían acabado era por mi falta de interés por la muerte de mis padres, eso dificulto un poco el hecho de tener tiempo para él, ya no podía verlo y aunque realmente  lo extrañaba no me quedaba de otra que seguir con mi vida.

Después de dos años no volví a saber nada de víctor, solo seguí trabajando como maestra los niños siempre me animaban con sus risas, el 24 de febrero del 2015, fui con el doctor smirt porque últimamente me sentía muy cansada, sacaron exámenes, sangre, agradecí al doctor smirt, salí a la cafetería del frente a tomar un café, al llegar al lugar en el fondo de aquella cafetería se encontraba aquel chico con ojos cafés y la sonrisa más atractiva de todas, me senté en su mesa, sus ojos se iluminaron como la primera vez, soltó su café y me abrazo, rayos!!!! Realmente el tenerlo cerca me hacía bien, tenía un montón de preocupaciones pero cuanto me encantaba, me hacía sentir increíble tanta paz en sus brazos.

Esa tarde hablamos hasta que anocheció y él ya tenía que llegar a su casa con su nueva pareja, volví a mi casa desecha por saber que me había olvidado, después de un par de meses comencé a sentirme muy cansada de todo, sentía que todo se había vuelto monótono en mi vida, a los días volví con el doctor smirt quien tenía los resultados que aquellos exámenes que saque, desgraciadamente no tenía buenas noticias, me había encontrado un tumor en la cabeza ya muy avanzado, por lo cual no quedaban mucho tiempo de vida.

En la tarde al llegar a mi casa, me sentí súper preocupada que sería de mí en este corto tiempo ya no sabía que hacer podría pasar en una semana, en un mes, en un año o tal vez en dos, sin embargo me tranquilice solamente pensé en las cosas que todavía tenía que hacer, en buscar a víctor y solucionar aquellas cicatrices que dejamos uno en el otro, lo llame y decidimos encontrarnos en la misma cafetería de la última vez, le conté todo lo que estaba pasando, todo lo que había pasado en esos dos años que nos alejamos, el me contó que su actual novia era una chica súper posesiva muy negativa para todo, que se sentía muy mal por todo lo que había dicho la última vez, que nunca fue su intención hacerme daño, yo me disculpe por la falta de atención y amor, el lleno de alegría por estar juntos hablando arreglando todo, me beso después de tanto tiempo, sin embargo con mucha tristeza le dije lo que estaba pasando que ya no tenía mucho tiempo de vida, sus ojos se cristalizaron por lo que le decía, pasamos un rato muy agradable al llegar la hora de volver a casa me dio un tierno beso y se marchó en su auto.

Con alegría pero a la misma vez tristeza volví a mi casa, sin saber que al otro día en la mañana iba a llegar el con un delicioso desayuno en la puerta, me conto mientras desayunaba que decidió separarse de su novia.

Pasaron los meses y sentía que todo era como la primera vez, día a día empeoraba mi salud, siempre me sentía peor que el otro día, 05 de mayo de 2016, el doctor smirt me informa que solo me queda un mes de vida, al saber esta noticia me sentía muy mal y me desmaye al despertar me encontraba en el hospital con victor a mi lado, no quería que supiera nada, iba hacer que ese poco tiempo que tenía para el fuera el mejor.

Ese mes se convirtió en semanas y pasaron muy rápido el 05 de junio nos encontrábamos en una feria celebrando el cumpleaños de víctor, no resistí mas y caí al piso, al despertar me encontraba en aquel hospital, con el amor de vida al lado y llorando al saber que mi tiempo había llegado, agradeció todo lo que hice por el en todo este tiempo, le dijo lo importante que era para mí, le dije cuanto lo amaba, con lágrimas en sus ojos  me beso, ese fue nuestro ULTIMO ADIÓS.